El lavado verde o greenwashing, esa estrategia de marketing con la que lo ms sucio se adorna de palabras como sostenible, reciclaje, conservacin, generaciones futuras y otros clichs del lenguaje ecologista, se ha impuesto en la comunicacin de las empresas, y no slo en su publicidad. Lo ltimo en greewashing para confundir a la opinin pblica o minar los cada vez ms tmidos intentos de regular el impacto ambiental o el peligro sanitario de actividades insostenibles son las asociaciones supuestamente ecologistas, que se benefician de la credibilidad y buena imagen pblica de que gozan las Greenpeace, Amigos de la Tierra y compaa, pero que en realidad slo sirven a los intereses de una o varias industrias que financian sus actividades. Estos falsos verdes que se apoderan del discurso ecologista para llegar a conclusiones favorables para la industria nuclear, las qumicas o el sector transgnico, sirven tanto para convencer a periodistas inexpertos de argumentos poco crebles de otro modo, como para trabajar a una opinin pblica confundida por el exceso de informacin meditica e, incluso, para informar a algunos polticos poco avezados. Aqu damos algunas pistas para desenmascarar a estos fantasmas del siglo XXI.
Un caso parecido es la Sociedad Europea para la Energa y el Medio Ambiente, que defiende principalmente a los gases fluorinados (ms conocidos como gases f), que destruyen la capa de ozono y contribuyen enormemente al efecto invernadero y el cambio climtico. Segn el mismo CEO, la SEEM fue creada por otra firma internacional de public relations, Hill and Knowlton, con el dinero de DuPont, Honeywell y otros fabricantes. El lobby hizo una exitosa campaa contra la prohibicin de estos potentes gases de invernadero, que ya estaban prohibidos en Austria y Dinamarca, e, incluso, presion a la UE para impedir a estos gobiernos prohibir por su cuenta productos permitidas por la normativa comunitaria. De momento, no han conseguido esto ltimo, pero la batalla no ha terminado. En octubre de 2005, el Parlamento Europeo vot en contra de nuevas regulaciones sobre los gases F
Estas dos organizaciones fueron creadas con un fin concreto, evitar posibles prohibiciones de productos qumicos especficos. Para verdear la posicin empresarial en los ms controvertidos asuntos ecolgicos (la contaminacin electromagntica, la catstrofe de Chernobil, el cambio climtico o los alimentos transgnicos) fue creada, en 2001, Greenfacts. GreenFacts explica su portal de Internet, www.greenfacts.org- es una organizacin independiente, sin nimo de lucro y con sede en Bruselas. Su fin es publicar en Internet resmenes fieles de documentos cientficos de referencia sobre cuestiones de medio ambiente y salud. Nada ms desinteresado, verdad? La misma pgina explica que la organizacin naci a iniciativa de miembros de instituciones del mbito de la ciencia y de organizaciones del mbito del medio ambiente y la salud, as como tambin de empresas, que subrayaron la necesidad de un mayor acceso a informacin objetiva sobre cuestiones de medio ambiente y salud. Por informacin no objetiva, obviamente, hay que entender la de ecologistas y cientficos crticos. Y, aunque la participacin de empresas en esta iniciativa parece testimonial, en realidad, la asociacin fue fundada con una aportacin econmica de la multinacional qumica belga Solvay y entre sus contribuyentes actuales se cuentan la patronal qumica europea (CEFIC), la patronal de fabricantes de pesticidas (la Asociacin Europea para la Proteccin de las Cosechas), la qumica norteamericana Procter and Gamble, la petrolera belga Total o la farmacutica GlaxoSmithKline.
No sorprende por ello que, si, por ejemplo, uno busca informacin en este sitio sobre los ftalatos, un componente txico del plstico PVC, podr leer que el DBP un tipo de ftalato-, es causa de dao para el nio no nacido pese a que est reconocido como algo mucho peor, un txico para el feto. Para ampliar informacin, Greenfacts ofrece vnculos a entidades afines, por ejemplo el Centro de EEUU para la Evaluacin de Riesgos sobre Reproduccin Humana, muy benvolo con este plstico, y no a la web sobre prohibicin de ftalatos en juguetes en la UE, por ejemplo. Segn mis noticias explica Axel Singhofen, asesor del Grupo Verde en el Parlamento Europeo- todas las ONG medioambientales con sede en Bruselas han tenido malas experiencias con ellos y han rechazado cooperar con ellos o recibir su cooperacin y varios cientficos respetables tambin han rechazado su cooperacin por dudas sobre la neutralidad cientfica de Greennfacts.
Numerosas pginas web de sectores industriales tienen enlaces a la web de Greenfacts. Es el caso de la pgina del Foro Ibrico del PVC, un lobby espaol empeado en convencernos de las bondades sanitarias y ambientales de este controvertido plstico clorado. En este site se lee en la web del Foro del PVC-, encontraris una ONG dedicada a facilitar informacin cientfica de hecho y contrastada y temas relacionados con la salud a todos los lderes de opinin y pblico general. Es una falsa organizacin verde concluye categrico Axel Singhofen, buen conocedor de las prcticas de esta organizacin-, una pura organizacin de lavado de imagen y son cada vez peor porque estn cada vez ms metidos en el sistema; por ejemplo, han consegudio 25.000 euros de la Direccin General de Consumo de la Comisin Europa por traducir a un lenguaje sencillo un informe cientfico de 50 pginas sobre productos de consumo y est previstos otros dos trabajos similares al mismo precio. El Grupo Verde del Parlamento Europeo ha elevado diferentes quejas contra estos falsos verdes, pero numerosos europarlamentarios y eurcratas han participado en actividades de este grupo supuestamente financiado por grandes industrias.
Lavado verde contra el clima
Desde que en 1992 se acord el Convenio sobre Cambio Climtico en Ro de Janeiro, los representantes gubernamentales partidarios de reducir la emisin de «gases invernadero» han tenido que batallar contra infinidad de estos grupos. El ms importante, sin duda, es la Coalicin Global para el Clima, un conglomerado de multinacionales norteamericanas relacionadas con el automvil (desde petroqumicas, como Shell o Texaco, a los gigantes del coche, como General Motors o Ford) que ha patrocinado infinidad de estudios cuyas conclusiones eran contrarias a las del prestigioso IPCC, el panel de expertos sobre los que se basa el Convenio de Cambio Climtico. Segn Gore, se han publicado 928 artculos cientficos que confirman que la causa del calentamiento global son las emisiones humanas de dixido de carbono y ni uno slo que demuestre lo contrario. Sin embargo, cuando se trata de artculos de divulgacin en torno al cambio climtico, resulta que el 53% de ellos ponen en duda la culpabilidad del CO2 en este problema. Segn Gore, esto demuestra la manipulacin de la opinin pblica, sobre todo, en Estados Unidos, que intetan realizar los sectores econmicos opuestos a Kioto y a cualquier reduccin de emisiones contaminantes.
Sin embargo, el punto fuerte de la CGC se encuentra ms bien en los perjuicios econmicos que, a su juicio, tendra una accin enrgica en favor del clima para toda la sociedad, argumento que, de momento, asusta a los gobiernos de los «pases ricos» mucho ms que la subida en el nivel del mar o el aumento de las sequas. En la pgina de Internet que ofrece esta coalicin se puede encontrar la siguiente declaracin: » Entre 1971 y 1990, ha habido un aumento del 1% en las emisiones de carbono de los pases del G-7 [los ms ricos del mundo] con un aumento del 0,4% en el Producto Interior Bruto (PIB) de los dems pases. Basndonos en esta relacin histrica, una disminucin del 1% en las emisiones del G-7 se correspondera con una disminucin del PIB de los dems pases en un 0,4%».
Por supuesto, para los «pases ricos» tambin sera muy negativo «detener» el crecimiento econmico mediante una poltica de emisiones demasiado «ecologista». Un estudio realizado por las consultoras econmicas WEFA Group y H. Zinder, encargado por la CGC, afirma que, si se pusiera en prctica un objetivo de reduccin e CO2 del 20% se producira prdidas econmicas de entre el 3 y el 3,5% del PIB para Estados Unidos. En esta misma lnea economicista ha insistido otro «lobby» muy activo contra las medidas «anti-efecto invernadero», la Asociacin Nacional de Fabricantes de Estados Unidos.
Rafael Carrasco / ECOticias.com (RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS)